Daños en autos usados que los coyotes no quieren que sepas
Las tormentas cada vez más frecuentes, los millones de accidentes anuales y la escasa oferta de autos usados hacen que los compradores tengan más probabilidades que nunca de adquirir un vehículo que ha sufrido daños (según cálculos de Carfax, hasta 358,000 vehículos resultaron inundados como consecuencia del huracán Ian).
Los daños por inundación, incendio o colisión no se comunican muy a menudo a los compradores potenciales, aunque se supone que deben indicarse en el título. Por eso hay que ser cauteloso a la hora de comprar un auto usado que se ofrezca con un título “perdido” o sólo con una factura de compra.
Autos inundados
Cada año, cientos de miles de autos resultan dañados por las inundaciones y muchos terminan de nuevo en los concesionarios de autos usados.
Por qué es importante: El agua puede destrozar el sistema eléctrico de un auto, oxidando cables y terminales, y causando fallos en los circuitos e incluso incendios. También puede diluir el aceite del motor y corroer las piezas mecánicas. A veces, el daño no se percibe hasta pasados algunos meses o más tarde.
Cómo detectar el problema: Si un auto huele a moho, es posible que haya quedado agua atrapada bajo la alfombra o dentro del tablero. Busca tornillos oxidados, marcas de una línea de agua en las luces o en los paneles de las puertas, o fíjate si hay piezas y remaches que parezcan más nuevos que el resto del auto.
Autos accidentados
Cada año, los automovilistas presentan reclamos por colisión por decenas de millones de dólares, según el Insurance Information Institute (Instituto de Información de Seguros).
Por qué es importante: Sin las reparaciones adecuadas, los daños por colisión pueden afectar a la integridad estructural de un auto, deteriorando la dirección y el rendimiento de los frenos. Los daños por colisión también pueden reducir la capacidad del vehículo para proteger adecuadamente a los ocupantes en otro impacto.
Cómo detectar el problema: Si algunos paneles de la carrocería y del interior parecen demasiado nuevos, o si el color o la textura son ligeramente diferentes, es posible que hayan sido sustituidos después de un accidente. Los problemas eléctricos, como las fallas de los limpiaparabrisas y de los interruptores de las ventanillas, pueden ser un signo de daños por colisión.
Autos dañados por el fuego
Se producen unos 200,000 incendios de autos cada año, según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA, por sus siglas en inglés).
Por qué es importante: Los daños causados por incendios menores a veces pueden ser reparados, pero el calor de un incendio puede debilitar las partes estructurales, mecánicas y eléctricas de un auto, haciendo que no sea seguro conducirlo.
Cómo detectar el problema: Fíjate si el capó o los paneles de la carrocería tienen un color ligeramente distinto, si hay pintura nueva en el compartimento del motor o si el tablero y las piezas del interior no coinciden. Inspecciona los cristales en busca de grietas, y los burletes en busca de goma derretida. Huele si sientes olor a quemado, y busca bajo el capó piezas de plástico y aluminio deformadas, así como cables nuevos.
Autos robados
La NICB dice que los robos de autos aumentaron un 17% entre 2019 y 2021.
Por qué es importante: El tiempo que el auto pasó en paradero desconocido es una gran incógnita. ¿Fue objeto de vandalismo, se usó en carreras callejeras o se condujo fuera de la carretera? Cualquiera de estos casos podría dañar la suspensión, los componentes estructurales, eléctricos o mecánicos.
Cómo detectar el problema: Busca pintura que no coincida perfectamente, contornos de la carrocería que no sean uniformes, huecos entre las puertas y otros paneles que parezcan demasiado anchos o demasiado estrechos, y tapicería descolorida en el interior del auto. Durante la prueba de conducción, observa si sientes vibraciones u oscilaciones que podrían indicar que el auto ha sido tratado con dureza.
Escribir comentario